lunes, 7 de julio de 2014
APRECIACIÓN SOBRE EL PERU: RETRATO DE UN PAÍS ADOLESCENTE. CAPÍTULO VI REFERIDO A LA EDUCACIÓN EN EL PAÍS
En el capítulo IV, Luis Alberto Sánchez de manera puntual señala las características y necesidades de la educación peruana, que es el alma de toda nación. A pesar de haber desarrollado su obra a mediados del siglo pasado, la educación peruana presenta rasgos muy similares como si el tiempo hubiese detenido su paso en una realidad educativa carente de direccionalidad. A lo largo de mi apreciación del siguiente capítulo citaré textualmente algunos fragmentos.
Se hace mención de dos clases de analfabetos: el que no sabe leer y el que actúa como analfabeto. Los alumnos del campo han recibido la más gélida indiferencia del estado. Las autoridades educativas han mostrado incompetencia al no desarrollar un sistema que solucione el problema existente en la escuela rural, la cual no adapta con eficacia la currícula nacional- cuyos programas son elaborados desde Lima- debido a la realidad del niño campesino: trabajo de campo que lo absorbe y lo arrastra al terrible analfabetismo, impidiéndole la posibilidad al desarrollo. “Por tanto, el problema de la educación del campesino peruano se liga a la solución de sus problemas económicos. (...) El método más seguro sería repartir pequeñas parcelas a los campesinos, a costa de los latifundios ociosos y erigir escuelas en sitios estratégicos con caminos cercanos. Por ende, cada escuela debe tener talleres, comedores y cunas.”
Acuerdo con el deber de desarrollar la instrucción primaria con objetivos concretos según la realidad socio-económica y cultural del alumno. Ni de los modelos educativos del extranjero, principalmente de países desarrollados, se adecuan a “nuestro contexto”; salvo se cuente con ayuda de expertos en diseño de programas rurales del exterior cuyo estudio sea asesorado por un equipo humano de conocedores de nuestra realidad.
Los arduos esfuerzos de los maestros de las escuelas rurales desde hacía antaño no han sufrido metamorfosis alguna con el pasar de los años. La situación real de los maestros estatales quienes juegan un papel fundamental es el desarrollo del país, sin plan realista y diversificado, siendo no titulados que ganan sueldos insuficientes, sin contar con locales apropiados y sin material de enseñanza, son el perfil auténtico del maestro en su continua misión trascendental y didáctica.
De las cuatro maltrechas y cariadas paredes de adobe de un galpón cualquiera, con desvencijadas puertas y ventanas por donde se cuela el azote del viento, a colegios endebles que se caen en pedazos. Colegios construidos por un gobierno turbio cuyo interés propagandista y de anhelo de figuración convirtió al alma del Perú el perro que hizo andar al rebaño durante la década pasada.
El maestro nacional es un héroe que pugna por realizar como persona al campesino. Por lo mencionado antes, el diseño de los programas educativos deben ser diversos en las diferentes regiones del país contando con talleres técnicos que los preparen para la vida.
Advertía en su época el ilustre autor, en el magnífico ensayo, de que las escuelas no forjaban nuestra identidad nacional pues el contenido social ha sido insignificante e infructífero, y que la temida reacción del joven adolescente de incertidumbre e inquietud por la injusticia social, lo predisponía a asumir ideologías iconoclastas. Hacía mención también del vacío y la falta de preparación del alumno egresado de secundaria. Una “realidad” que en los años venideros harían que jóvenes exasperados por la injusticia social, en la que estaban inmersos, formen parte de los movimientos comunistas, socialistas y empleando la fuerza: armas y violencia, sometan a pueblos enteros maquiavélicos y derramen sangre inocente. Algo que sin duda no debe repetirse.
Hablaba también de la escuela secundaria que se contrasta con la actual. Nuestra escuela secundaria es cuna de buenos conocedores de historia y geopolítica, de matices de grado superior y a menudo de idiomas, que en otras. Carece de solidez en cuanto a ciencias físicas y naturales, química y filosofía. Es en nuestros días que la educación ha llegado al límite de la involución. Su gozamos de algún reconocimiento privilegiado en cuanto a nuestros saberes de matemática, letras e idiomas, el Perú ha sido declarado desde el 18 de Junio del 2003 en emergencia educativa. Nuestros jóvenes no leen o no comprenden lo que leen, mucho peor, ni saben realizar cálculos matemáticos básicos. El razonamiento lógico y verbal son tan sosos como la preocupación por el gobierno a la inversión en el rubro educativo.
El ministerio de educación se ha pronunciado ante la problemática educativa formulando la declaratoria de emergencia, que más parece un anuncio burocrático sin un impacto concreto. Se ha puesto en marcha el Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación Peruana (FONDEP); el Programa Nacional de Emergencia Educativa 2004; proyectos de Ley del Artista; de creación de nuevas universidades y del libro; Coordinación del consejo Nacional de Descentralización con la Comisión de Transferencia del Ministerio de Educación y el proyecto de presupuesto sectorial de Educación 2004. Son 8 millones de alumnos peruanos deficientes en capacidades de cálculo y lectura. Seamos realistas entonces. Coincido con el Dr. León Trahtemberg en el deber de tomar conciencia de nuestra realidad; no se puede destinar un presupuesto tan dantesco en la educación como las potencias, ni desarrollar programas curriculares como los alemanes o franceses. Sin embargo, sí se puede lograr que la preparación del alumno alcance los niveles que la modernidad exige. La ineptitud del gobierno de tránsito en velar por la modificación del plan curricular según las realidades sectoriales de los estudiantes, hunde más en la sima de la ignorancia al ignorante. Es precisamente, la gente alfabetizada dirigente, que exhibe un comportamiento sin propiedad e incapaz de resolver problemas, recibe el denominación de “alfabetos analfabetos”. Educar no hacer ni hacerse propaganda; es renunciar a la propaganda para “hacer”.
Asimismo, han transcurrido más de 50 años y las universidades privadas se han desarrollado en su interdisciplinariedad , autonomía educativa, administrativa y económica. El mercado universitario es amplio en la actualidad. Son universidades privadas que se desarrollan bajo sus diferentes ideologías. Decía don Alberto Sánchez que los fundamentos de las universidades clásicas que no se cumplían en la práctica con cabalidad mas se rechazaba el concepto de técnica, primaban sólo los intereses particulares, formaban profesionales sin visión humanista y sin servicio social. Trasladando aquello a nuestros días, inmersos en dicha realidad, en el ámbito de la universidad sólo se ha buscado el conocimiento y profesionalización a través de certificados. Pese a este modelo educativo, la nueva reforma universitaria unifica técnica, humanismo, servicio social y perfeccionamiento de cada individuo, convirtiendo la universidad en un fenómeno socio-cultural que logra integrarse a la comunidad. Se forman líderes con visión e innovadores, con capacidades para solucionar problemas y generar nuevos productos de ciencia y tecnología que compitan en la sociedad del conocimiento. La universidad peruana, como centro de estudios superiores, debe investigar su realidad circundante.
En otro aspecto, es importante hacer hincapié sobre el mito de la saturación profesional. Hoy vemos a médicos, abogados, docentes, entre otros “profesionales”, ejerciendo oficios diversos para subsisten en medio de la monstruosa situación económica. Año a año egresan miles de profesionales. Si a ello le aumentamos el crecimiento demográfico y la falta de poder adquisitivo enfrentamos una bomba de tiempo. Lo que diferenciará a la masa de profesionales serán las capacidades que la sociedad requiera. Profesionales capacitados técnica y teóricamente en un mercado laboral que le demanda capacitación constante: maestrías, cursos, idiomas y actualización en el empleo de nuevas tecnologías informáticas.
En conclusión, el capítulo tratado, muestra la realidad educativa de hoy en comparación a la situación a mediados del pasado siglo . Situación educativa que hoy se intenta transformar y que se espera, sea pronto.
No podría dejar de citar un último fragmento que ilumina la misión de todo educador:
“ el rumbo es lo que hace a una escuela respetable; la educación o aplicación cabal de la letra a la vida, lo que la hace fecunda”.
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