Se dice que es un
drama porque la convivencia en pareja es dura8, una tarea de
mucho esfuerzo y disposición mutua, como dos engranajes que trabajan día y noche
para que las cosas funcionen. Implica autodominio, manejo de las emociones, del
lenguaje, y renuncia. Ésta última es la que más cuesta, dado que renunciar a los
viejos modos y hábitos es cambiar lo necesario para vivir en armonía.
Es también compleja porque cada quien tiene
una historia personal y familiar diferente, con costumbres, ideas, argumentos, modos de ver el mundo entre otras
experiencias vitales que nos hacen únicos, que confluyen en la convivencia.
Ante tanta diversidad es todo un desafío.
Por eso,
para convivir en armonía es necesario que primero cada uno se conozca,
acepte y quiera.
Segundo, que se esté dispuesto a engranar con la pareja, a
cambiar si es necesario para reformarse y nutrir la relación con la
experiencia. Tercero, entender y comprender, escuchar y estar abierto al
diálogo con paciencia y buen ánimo. Cuarto, mantener el respeto y el aprecio
recíprocos sin dañar a la persona en las divergencias. Quinto, llevar una vida ordenada , sosegada,
concebida como una oportunidad para demostrar día a día con detalles que sí se
puede convivir a plenitud. Estos puntos claves9 ayudan a que la
convivencia sea más solidaria.
Bibliografía
Bibliografía
ROJAS, Enrique. El
amor inteligente. Corazón y cabeza: claves para construir una pareja feliz.
Madrid,Ediciones Temas de Hoy S.A. (T.H.), 1999. p.87
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